Este palacio posee una situación privilegiada de Viena, sobre una colina, que domina la ciudad. Fue construido por Lukas von Hildebrandt como residencia de verano del príncipe
Eugenio de Saboya, brillante militar que venció a los turcos. Su construcción se realizó entre 1717-23. Ocupa un terreno rectangular bastante estrecho aunque muy profundo, en cuyos extremos se sitúan dos palacios: el Belvedere superior y el Belvedere inferior y entre ellos se extiende un jardín francés con terrazas.
El
Belvedere Superior es el más elaborado del conjunto y cumplía en sus inicios una función representativa. En él tenían lugar las grandes recepciones y la vida social. Está situado en el punto más alto. Se pretendía que reflejase la gloria del príncipe Eugenio y sus peculiares tejados están proyectados con reminiscencias de la tiendas de campaña turcas (recordemos que este príncipe derrotó al imperio turco); además resultaba adecuado para el propósito festivo con que se utilizo inicialmente.
A partir de 1770 se utilizó como galería de pintura albergando la colección imperial de pinturas, a la que se tenía acceso público. En el impresionante interior se encuentran salones de gran belleza como la sala Terrena que da acceso al palacio. Lo más característico de esta sala son los cuatro pilares en forma de atlantes que originalmente no estaban en el proyecto inicial, sino que tuvieron que ser añadidos ante la necesidad de sujetar la bóveda tras algunos problemas durante su construcción.
De esta sala arranca así mismo la bella y amplia escalinata. La escalera desemboca en la Sala de Marmol, que abarca dos plantas y es la más hermosa del palacio. Se caracteriza por el color rojizo de los mármoles así como los apliques dorados. En una de las torres se construyó la capilla, que se mantines exactamente igual y cuya decoración guarda semejanzas con la Sala de Marmol.
El Belvedere Inferior se situa en el otro extremo del recinto y fue concebido como residencia del príncipe Eugenio y es de una factura menos elaborada aunque atesora algunas estancias impresionantes como la Sala de los Espejos o el Salón de Grutescos.
La Sala de Marmol era utilizada como zona de recepción y ensalza las glorias militares del príncipe emulando un arco del triunfo. Existe también una Galería llamada también de Marmol, así como un Gabinete Dorado, proyectado tiempo después bajo el reinado de María Teresa en la antigua Sala de Conversación
Los jardines son del mas puro estilo francés en el que reina la simetría. Fueron proyectados por un discípulo del jardinero de Versalles y se distribuye a partir de un eje central que un los dos palacios. En ellos se juega con la pendiente del terreno para crear dos cascadas adornadas con ninfas, tritones y conchas al estilo barroco.
En la zona baja se alza el jardín privado del Príncipe Eugenio, junto a la Orangerie, que además albergaba una casa de fieras o zoológico y una pajarera.