Estamos a unos 40 km de París. Esta
residencia principesca proyectada por y para príncipes fue la propiedad privada más grande de Francia, y en ella se levanta en medio de un estanque uno de los palacios mas bellos de Francia: el castillo de Chantilly. Sus orígenes se remontan a una fortaleza medieval que tras pasar por varias manos, caerá bajo el dominio de la familia Montmorency quien hará trabajos de modernización en el s. XVI construyendo lo que hoy
denominamos Petit Château, la parte mas antigua del conjunto, así como la terraza. Así mismo se añadieron siete capillas en el parque de las cuales solo subsisten dos.
Tras las diferencias surgidas entre la familia propietaria y Louis XIII, este último confiscó todos sus bienes, reservándose el castillo para su uso personal gracias a las cualidades cinegéticas del entorno. Sería tras la muerte de este rey, cuando el castillo fue restituido a la familia Montmorency, que a la sazón había emparentado con una rama menor de la familia real: los Borbón – Condé. Y precisamente fue el príncipe
Luis II de Condé, primo de Luis XIV quien repitió los pecados de sus antecesores, ya que se al revelarse contra la autoridad real durante la Fronda, se le confisco el castillo durante 7 años hasta 1659. No obstante, Condé hubo de abandonar la corte, pero en su retiro le permitió rodearse de filósofos, escritores y personalidades (Molière, La Fayette, La Fontaine…)que le permitieron hacer de Chantilly una corte paralela a la de París y un lugar de placeres.
Otra de sus prioridades fue embellecer su castillo. Para ello se valió de la mano del jardinero Le Nôtre, el que sería el creador de los jardines de Versalles. Creó así mismo una gran escalinata para acceder una terraza que permite una bella panorámica del conjunto.
Le Notre creo un eje principal, que a diferencia de Versalles no es interrumpido por el castillo (es desplazado a su flanco izquierdo) así como parterres a la francesa. En este eje se eleva una gran terraza sobre la que se alza una estatua ecuestre de ………..Este eje principal es cortado perpendicularmente por un gran canal, mayor que el de Versalles, en el que se existían varias pequeños barcos para navegar.
Entre 1723 y 1726, los descendientes del Gran Condé encargan otras ampliaciones a Mansard (Grand château), arquitecto de Versalles, redecoran el antiguo castillo (Petit château) y mandan construir una pequeña aldea ideal en le parque. Otras de las grandes actuaciones en el parque son Les Grandes Écuries, que con sus 186 metros de largo, albergaba los caballos y perros utilizados en las cacerías. Su suntuosidad era tal que fue utilizado como comedor para grandes banquetes a los que se invitaba a reyes y otras personalidades que visitaban su castillo. Estas personas eran alojadas en el próximo Château d'Enghien construido en 1769 en estilo neoclásico y que hoy sirve de residencia al personal del palacio.
Durante la revolución francesa, el castillo fue desmantelado y utilizado como cantera desapareciendo pisos enteros quedando casi solo los cimientos, lo mismo que sucedió con sus jardines que fueron destruidos.
Habrá que esperar hasta 1830, cuando el hijo pequeño del rey
Luis Felipe I, toma posesión del castillo con tan solo 8 años. Se trataba del duque D’Aumale, el cual dedicó su vida a la reconstrucción del castillo devolviéndole su antiguo esplendor, trabajo que encargó al arquitecto H. Daumet y que crearía las galerías que alojasen la colección de arte del duque. A su muerte, y no teniendo descendencia, legó sus castillo al Instituto de Francia para evitar que sus bienes se viesen dispersados.
Habrá que esperar hasta 1830, cuando el hijo pequeño del rey Luis Felipe I, toma posesión del castillo con tan solo 8 años. Se trataba del duque D’Aumale, el cual dedicó su vida a la reconstrucción del castillo devolviéndole su antiguo esplendor, trabajo que encargó al arquitecto H. Daumet y que crearía las galerías que alojasen la colección de arte del duque. A su muerte, y no teniendo descendencia, legó sus castillo al Instituto de Francia para evitar que sus bienes se viesen dispersados
Ya en su interior destaca, la escalera de honor que da acceso a los pequeños apartamentos privados de los príncipes en el Grand Château. En ellos se encuentras salones y dormitorios de un gran refinamiento. Cabe destacar los apartamentos del ultimo duque que están tal y como los dejó a su muerte y que destacan por la cama sumamente sencilla de estilo castrense. Los grandes apartamentos se sitúan en lo que se conoce como Le Petit château y fueron redecorados en el siglo XIX, momento en que se aprovechó para conectar las dos alas del catillo, separadas hasta entonces por un foso y un puente.
Una de las joyas del castillo es la galería de batallas, ejecutada en 1756 y cuyas paredes están cubiertas con lienzos que representan las grandes batallas comandadas por los miembros de la familia Condé. La otra gran galería es la de pintura antigua, que forma la segunda coleccion de este tipo despues de la del Louvre, y en la que se exponen los cuadros tal y como el duque deseaba.
Otra de las aficiones del Duque D’Aumale era la del coleccionismo de libros, como así lo atestigua la gran biblioteca del castillo y que está considerada la segunda mas importante del país después de la Biblioteca Nacional de Francia. La capilla está dedicada a San Luis, y fue reconstruida también por el último duque, guarda los corazones de todos los miembros de la familia Condé.
Y como todo palacio que se precie, ha de tener su leyenda: Para reconciliarse el Gran Condé con su primo el rey Luis XIV, organizó una suntuosa recepción que duró varios días. El maestro de ceremonias era François Vatel, que obsesinado con la perfección, vio como uno de los grandes banquetes fracasó porque el pescado no llegó a tiempo, lo cual pensó podría a su vez perjudicar a su señor. Sin pensarlo dos veces se quitó la vida. Una versión mas edulcorada quedó reflejada en el cine en un film de Roland Joffré llamado Vatel, altamente recomendable para ver la opulencia de esa época.