El que hoy conocemos como Palacio del Pardo, se asienta sobre lo que en tiempos remotos fue una vasta superficie de caza, tradicionalmente utilizada por los monarcas castellanos desde los tiempo de Alfonso XI, cuando se construye un viejo caserón. No será sino Enrique IV quien va a transformar ese viejo pabellón de caza en un alcázar con foso, puente levadizo y bella torre del homenaje (1472).
Durante varios reinados, permanecerá alejado de lo que eran las residencias de la corte y habrá que esperar a Carlos V para que un monarca ponga nuevamente sus miras en él. Este rey inició varias mejoras y, durante el proceso de reformas, decidió demoler el castillo hasta los cimientos y construir un palacio de nueva planta entre 1543-58 al mas puro estilo de un alcazar con un patio y cuatro torres..
Será ya en tiempos de su hijo Felipe II cuando se le añadan sus característicos tejados de pizarra a la maner flamenca. En estos primeros años de su reinado, emprendió la labor decorativa del interior del palacio donde cabe destacar la gran obra de la promesa de la pintura : Gaspar Becerra, del que solo se conservan los frescos dedicados a la fábula de Perseo en el “Aposento de la Camarera”, situado en la torre oeste de la . Esto es debido a que en 1604 un incendio destruye todo el palacio desde el piso segundo, a excepción de las torres. Felipe III encarga la reconstrucción a Francisco de Mora.
De sus paredes colgaron algunos de los mejores cuadro de las colecciones reales como el retrato ecuestre de Carlos V por Tiziano, otros muchos cuadros de este mismo pintor, asi como obras de Antonio Moro, Sánchez Coello, Carducho.
La llegada de los Borbones no significa el olvido de este real sitio, sino que todos realizaron obras de mayor o menor envergadura. Felipe V remodeló la distribució interior con la ayuda de R.Carlier, el cual concibió unos bellos miradores en las esquinas de los patios. Fernando VI adquirio mas terrenos y mandó contruir una monumental puerta muy conocida hoy en día: Puerta de Hierro y que da nombre a una zona residencial de la capital.
Pero la gran transformación llegará con Carlos III: la duplicación del palacio realizada sor Sabatini mediante la adicción de otro edificio exactamente igual por su lado este, quedando unidos por un pabellón centra en armonía con las cuatro torres de los ángulos. Este es el palacio que podemos ver hoy en día.
En cuanto a los interiores, hay que decir que existen tres patios, dos de ellos cubiertos con bovedas de cristal y que son utilizados como salones de gran aforo. El primitivo (oeste)es el llamado de los Austrias y similar al de los Borbones.
En la decoración de los nuevos salones colaboraron Francisco Bayeu y Salvador Maella y el estilo que mas abunda es el neoclásico de tiempos de Carlos III y Carlos IV, así como el Imperio de Fernando VII. Este palacio atesora una importatísima colección de tapices de importantes pintores europeos, aunque el gran protagonista es goya, cuya otra está presente en la atmósfera de este palacio.
De entre los salones hay que destacar:
Comedor de Gala, el salón más grande del palacio con muebles y consolas de estilo imperio y cuyas paredes están cubiertas enteramente con tapices. En el techo una pintura alegórica de España.Durante la época del general Franco, fue utilizado como salón de consejos.
Despacho oficial: el mobiliario de estilo imperio pertenece a Fernando VII, fue en su origen comedor de Carlos III. En su techo fue pintada la apoteosis de la monarquía española por Bayeu. Durante mas de 30 años fue utilizado por el general Franco como despacho.
Teatro de corte: data de la época de Carlos IV, y pese a sus reducidas dimensiones es de una gran belleza con su pequeña tribuna y su decoración neoclásica.
Galería de la reina: podemos admirar al fondo el “Retrato ecuestre de D.Juan José de Austria”, de José de Ribera o los frescos con la historia de José, realizados por Patricio Caxes y sus ayudantes entre 1607-12, formando cuadros rectangulares y ovales.
Torre de la Parada, donde se conservan la decoración pictórica original del palacio, unica superviviente de la obra de Gaspar Becerra tras el incendio.
En el lado Oeste del palacio y separada de él, se levanto una bella capilla en tiempo se Felipe V, siendo obra de Carlier. Esta está unida al palacio mediante un corredor elevado característico y original que conecta ambos lugares.
Rodeando el palacio aun existe el antiguo foso convertido en jardín que aun hace necesaria la entrada al palacio por un pequeño puente. Frente a las fachadas existen diferentes parterres. No lejos de él se encuentra el palacete de la Quinta, con bellos jardines, fuentes y cascadas. Así mismo, la guardia real tiene su sede en el Pardo.
Actualmente, y tras casi 40 años siendo sede de la jefatura del estado entiempos de Franco, el palacio ha sido completamente restaurado para hospedar a los Jefes de Estado extranjeros cuando visitan nuestro pais, lo que suele suceder una 3 o 4 veces al año. Entretanto es utilizado para diversos actos institucionales en los que generalmente al familia real participa, conservando así su caracter de Real sitio. De hecho, en el mismo monte del Pardo y no muy lejos de aqui se situan también las residencias del Rey Juan Carlos y del Rey Felipe VI.
El Pardo es diferente, es una rareza de fusión de estilos, gustos....una convinacion del medievo con sus torres y su foso, con el barroco, con el clasicismo...una combinación que sale triunfante y que aun hoy no es apreciada en su justa medida por la gente. Quizas sea cuestion de tiempo para que los fantasmas que quedan en este palacio deje de traer malos recuerdos y podamos verlo como lo que es: una bella obra de arte.