Este palacio se encuentra en las inmediaciones de San Petersburgo, y se comenzó al mismo tiempo que esta ciudad a comienzos del s XVIII. Peterhof es el monumento por excelencia a la voluntad del zar Pedro el Grande de emprender proyectos colosales y triunfalistas para emular e incluso superar a los soberanos europeos en la fastuosidad y velocidad de sus ejecuciones. Este palacio es obra del arquitecto francés J.B. Le Blond, el mismo que proyectó San Petersburgo.
Su construcción sufrió un gran impulso tras la visita de Pedro el Grande a Versalles. La parte original corresponde al centro del actual palacio y fue concluido en 1721, de hecho, San Petersburgo estaba aún en construcción cuando la obras del palacio concluyeron.
Con el paso del tiempo su aspecto a cambiado debido a las obras realizadas por los sucesivos monarcas. Así, la zarina Isabel I encargo un primer proyecto de ampliación a Rastrelli, que intentando mantener la estética de Le blond, incorporó una piso más y agregó las alas laterales rematadas por sendos pabellones. También remodeló los interiores al gusto de la época con un barroco triunfante. Posteriormente, fue la zarina Catalina II la que lo redecoró los interiores imponiendo su gusto neoclásico, aunque respetando algunas salas emblemáticas de Rastrelli. Un ejemplo de estas antiguas salas es la escalera principal, que aunque de pequeñas dimensiones, es deslumbrante ya que está decorada con profusión de cariátides y tallas doradas, al igual que el gran Salón Dorado al que da acceso está escalera.
De entre las nuevas estancias neoclásicas destaca el gran Salón del Trono, que posee una relativa sencillez decorativa a base de estucos blancos y verdes. Ocupa toda la anchura del palacio y está jalonado con ventanas y balcones a ambos lados. En el fondo de este salón, sobre el trono, se encuentra un famoso retrato de Catalina II a caballo. Otras de estas nuevas estancias es por ejemplo el comedor. Pero la parte mas impresionante de este palacio es la constituida por sus fuentes y sus cascadas. La mas espectacular cascada es la que se encuentra en fachada trasera y, que nace a los pies del mismo palacio. Esta decorada por 37 esculturas de bronce dorado, 64 fuentes y 142 juegos de agua, y el agua va a parar a un gran canal que desemboca en el Golfo de Finlandia. En el interior de esta cascada, bajo el palacio, existe una gruta en la que existen la ya clásicas esculturas doradas.
En cuanto al parque, se sigue la tradicional división entre el estilo francés, como en el gran parterre que precede la del palacio, y el estilo ingles. Distribuidos por el parque se encuentran multitud de pabellones, como los palacetes Monplaisir, lugar predilecto de Pedro y que fue su morada durante la contrucción del gran palacio, una Orangerie, un Hermitage... El mas bello es el palacete Marly que se halla frente al la cascada de la montaña dorada y entre dos grandes embalses. Así mismo hay multitud de juegos acuáticos como la cascada del dragón, las fuentes vaticanas, la fuente de neptuno, la de la pirámide......
En este palacio, al igual que otros en toda Rusia, existe un desmedido despliegue de lujo y ostentación, que hacen de el un conjunto en exceso recargado en el que se echa en falta la elegancia y exquisitez de otros palacios europeos mas cercanos a nosotros.