La gloria artística de Berlín halla su máximo esplendor en Potsdam, verdadera ciudad palatina a 40 Km. de la capital, en donde los soberanos de Prusia entre los siglos XVIII y XIX construyeron sus residencias más hermosas. El conjunto tiene su origen en un palacete construido en 1747 y que con el paso del tiempo fue ampliándose, dando lugar a un gran palacio residencial, desde el que los soberanos pudiese dirigir los asuntos del gobierno sin tener que desplazarse hasta Berlín.
El edificio principal del parque de Potsdam es el Neues Palais (1763-66). Es una obra de Büring y Manger, y está formado por un bloque central del que sobresalen dos alas. Está coronado por una inmensa y bella cúpula, mientras que sus fachadas están constituidas por ladrillo visto decorativo, con ornamentaciones en blanco, acompañando al conjunto una gran cantidad de grupos escultóricos. No obstante la verdadera joya de Potsdam se haya en el parque: el pabellón de Sans Souci, "Sin preocupaciones", construido por Knobelsdorf para Federico II según un proyecto en el que participó el propio soberano. Es de estilo rococó con una sola planta a lo largo de la cual de disponen regularmente atlantes entre las ventanas, cubriendo el conjunto con una magnífica cúpula central bajo la cual se halla la rotonda que sobresale de la fachada.
Este maravilloso pabellón se encuentra situado en una pequeña elevación a la que se accede a través de una escalinata flanqueada por pérgolas y terrazas. Un dato curioso es que el rey no permitía el acceso de las mujeres a tanta perfección, e incluso la reina solo era admitida durante las recepciones de la corte.
Existen otros pabellones extendidos por el parque: L' Orangerie, construida en 1864 en estilo renacentista, utilizada como invernadero y círculo cultural; la Bildergalerie en donde el rey exponía su colección de arte; el Neue Kammenr, hermoso pabellón en estilo rococó construido como invernadero y posteriormente utilizado como casa de invitados; las Termas romanas, construidas por Shinkel e inspiradas en una típica villa del imperio romano, un concepto muy en boga en el siglo XIX. Todas estas construcciones constituían parte de los elementos fantásticos indispensable en los grandes palacios reales europeos, todos ellos inspirados en el insuperado modelo de Versalles. La culminación de ese exotismo lo constituye la Casa de té, también en estilo rococó chinesco. Está adornada con esculturas doradas de personajes orientales, coronando al conjunto una pequeña cúpula, con un personaje dorado sentado sobre ella y portando una sombrilla.
El parque de Potsdam tiene 287 ha, y en el existen diversas ambientes que van desde jardines de estilo italiano, hasta hermosos lagos y laberintos cubiertos de vegetación.
Como dato curioso merece ser mencionado que fue en Potsdam donde en 1945, tras la 2ª Guerra Mundial, se celebró la conferncia de los aliados que decidió el destino de Alemania.
Potsdam es uno de los conjuntos mas bellos y completos de toda la Europa central. Su parque intenta recrear todo los estilos artísticos de la historia a pesar de haber sido construido en su mayor parte en el s.XIX. Esto lo dota de un ambiente encantador y fantástico en el que se sustituyen los grandes y pesados edificios por bellos pabellones de una delicadeza exquisita.