Este château se encuentra en las inmediaciones de Melún, no muy lejos de París. Fue construido por Louis Le Vau en un tiempo record (1657 - 1661) para Nicolás Fouquet, ministro de finanzas de Luis XIV. A diferencia de los otros palacios descritos, no fue un rey su promotor, pero merece ser mencionado, no solo por su belleza, sino también por su vinculación con Versalles: el 17 de agosto de 1661 se celebro una gran fiesta con motivo de la inauguración del château, a la cual asistió el rey Luis XIV.
Cuando el monarca vio el la impresionante obra arquitectónica se sintió humillado por el derroche de lujo y ostentación del conjunto, que superaba ampliamente a cualquiera de las propiedades de la corona, que por entonces no eran mas que palacios ruinosos y desfasados. Ante esto, se dispararon las sospechas de malversación de los fondos de la corona por parte del ministro y supuso la excusa perfecta para procesamientos de Fouquet, la "caída en desgracia", lo que le llevó a la ruina y a prisión. Aprovechando esto, el rey adquirió objetos y plantas del palacio.
A pesar de ello, el Luis XIV quedó tan impresionado, que hizo llamar a todos los artistas que intervinieron en Vaux le Vicomte ( Le Vau, Le Brun, Le Notre...), para que emprendiesen la construcción del nuevo palacio del rey en Versalles
Este château esta formado por un pabellón de planta alargada con dos pequeñas alas laterales en su rodeando al conjunto un foso. El centro del palacio lo constituyen dos salones. El de la parte delantera es un vestíbulo decorado con columnas y tras el se dispuso un gran salón ovalado cubierto por una inmensa cúpula, que sobresale del resto del palacio y lo integra con el parque. Para algunos, esta cúpula está mal integrada en el conjunto, pero realmente es la que le aporta personalidad y grandeza a esta bella construcción. A pesar de ello la utilización de este elemento arquitectónico no fue políticamente correcta pues su uso estaba reservado únicamente para el ámbito real o divino.
El palacio esta dividido a ambos lados de este salón en dos appartaments (división constituida por cuatro estancias comunicadas), uno para la familia propietaria y el otro dedicado exclusivamente para uso del rey siempre que visitara el palacio. En cuanto a la decoración interior, que corrió a cargo de Le Brun, destaca el dormitorio del rey , que supuso el punto de partida del futuro esquema decorativo de Versalles (estilo Luis XIV), pues fue este artista el máximo responsable de la decoración de este palacio.
El complemento indispensable del edificio era el jardín, que fue diseñado por Le Notre y supuso el primer ejemplo de mansión proyectada en íntima unión y armonía con la naturaleza, y cómo no, también el modelo a seguir en Veralles. El parque se encuentra dividido por un eje central de simetría, a cuyos lados se disponen los distintos parterres y fuentes.
En resumen, se trata de un bellísimo château en todos los sentidos, y que gracias a una fantástica conservación y restauración conserva todo el encanto y esplendor de una época gloriosa para las artes francesas. Todo esto lo hacia digno de un rey y por eso fue el modelo del un palacio que fue a su vez el referente de morada regia para todas las cortes Europa: Versalles.